Se trata de un edificio erigido en el año 1578, en terrenos propiedad de don Juan de Ponte, quién la convirtió en panteón familiar.
Sencillo edificio, de recoleta ubicación y de gran atractivo estético. Consta de una sola nave y cubierta de teja árabe a cuatro aguas. La entrada principal está delimitada por un arco de medio punto igualmente de mampostería.El esquema arquitectónico es análogo al de las restantes ermitas canarias, presentando como detalle original la colocación de la espadaña en la parte superior de la fachada, solución muy común en las ermitas palmeras. Alberga una pequeña plaza ajardinada destacable por su empedrado. En su interior se puede contemplar el artesonado de raigambre mudéjar y el altar de corteneo clásico que contiene la imagen titular, del siglo XVII.