Esta ermita situada en la entradadel pueblo y junto al mar, hace correr cada verano ríos de tinta al especularse sobre su antigüedad, sobre la imagen de su santo patrón y por la multitudinaria romería que anualmente se celebra en su día.

En un intervalo que hizo la Peste bubónica cuando atacó al pueblo de Garachico, entre los años de 1.601-1.606, se encuentran tres testamentos que nos aproximan a identificar los orígenes del oratorio que se levantó por los devoos agradecidos al Santo abogado de los apestados, en 1.603.

Pasado algunos años desde la terrible epidemia, en 1.636, la ermita que el vecindario había erigido con tanto esfuerzo pasaba desapercibiada, casi olvidada y sus muros se derruían, por lo que ante la visita episcopal de ese mismo año, con la limosna de los fieles entregada al devoto Manuel Ventura Sepúlveda, la ermita se rehace tal y como ha llegado a nuestros días.

Se trata de un sencillo edificio de una sola nave, con tejado a cuatro aguas con dos espadañas situadas a sendos lados del hastial. La puerta principal cuenta con un característico arco de medio punto elaborado en cantería.

La imagen de San Roque, goza de gran fervor popular, celebrándose en honor al mismo una tradicion al romería el 16 de agosto.